EL PANÓPTICO COMO TEORÍA DE VIGILANCIA Y CONTROL
El objetivo que se pretende desarrollar a través de este trabajo, es profundizar sobre el "Panóptico" , en la visión de Michel Foucault, según sus libros "Vigilar y Castigar", "Microfísica del poder" y la "verdad y las formas jurídicas", en donde el autor hace clara referencia a Joseph Bentham, como el modelo de las instituciones ideales, donde existe un sistema de vigilancia por el cual el Estado tiene un poder conferido y soberano, que no solo debe ser un opresor para castigar las conductas erróneas de los gobernados, sino un corrector que logré reintegrar a los infractores en el buen camino que la sociedad busca al pactar colectivamente.
Primero, se debe hacer un estudio más profundo sobre el panóptico, en cuanto a lo que se refiere a su estructura interna, su organización y sus verdaderos objetivos, como una sociedad disciplinaria. Se ha visto levemente, el propósito general del Panóptico, como un sistema de vigilancia que pretende conocer y regular a los pueblos que están gobernados.
El problema que se desea entonces desarrollar, es observar detenidamente con un profundo conocimiento de la estructura mencionada anteriormente, si es posible que el panóptico pueda ser aplicado no solo a nuestra realidad nacional, sino también observar si ha sido útil en otros piases del mundo.
Para ello, se ha decidido tomar ejemplos sencillos que permitan concretar la posibilidad que existe de que el Panóptico, como una sociedad disciplinaria que los autores en mención quisieron mostrar como salida a los sistemas opresores, no sea solamente una teoría, sino que su correcto uso, pueda realmente llevar a los países en crisis a una salida ordenada de sus problemas hacía un estado equilibrado y productivo.
El panóptico es un sistema de vigilancia social que tiene que ver con la idea del que todo lo ve. Su concepción es atribuible a Jeremy Bentham, pensador inglés (1748-1832). Su diseño arquitectónico consta de una construcción en forma de anillo, en el centro una torre con amplias ventanas con vista al interior del anillo. Alrededor de la torre, amplias celdas con dos ventanas, una que da al interior de la celda y otra al exterior de la misma, para que con el efecto de la luz del exterior, se permita mayor visibilidad a la persona que vigila desde la torre. De esta forma, el encerrado es vigilado de forma permanente sin que él posea una visión completa del lugar en el que se encuentra.
El panóptico ejercerá un control completo, interiorizado por los propios individuos, de la totalidad del tiempo de existencia. Es mucho más que un simple instrumento de control; es un aspecto fundamental de la constitución material del poder capitalista e incluso el dispositivo central de un nuevo tipo de poder que tiene aspectos políticos. En los hospitales o en las fábricas, "hay un poder no sólo económico, sino también político. Las personas que dirigen estas instituciones se asignan el derecho a dar órdenes, a establecer reglamentos, a adoptar medidas, a expulsar a unos individuos, a aceptar a otros". Pero este poder omnipresente e invisible no deja de ser un poder liberal: un poder basado paradójicamente en la no intervención, en el dejar hacer. Mientras las cosas ocurran "normalmente", la no intervención es la norma; pero para garantizar que las cosas ocurran normalmente, sin la menor intervención, todos los individuos sometidos al poder deben saberse, o al menos suponerse, sujetos a un control permanente. Ciertamente, el poder liberal no es un régimen basado en el mando y en el intervencionismo de un poder público soberano, pero es un régimen de control en la medida en que debe asumir y delimitar el riesgo de "dejar hacer". Así pues, cuanto mayor sea la libertad, entendida como ausencia de mando, más omnipresente deberá ser el control. Para evitar los odiados regímenes intervencionistas, el liberalismo se ve obligado ejercer el poder a través de un control total, mucho más eficaz que cualquier mando político. El liberalismo no es una limitación del despotismo, sino su forma más consumada.
EL PANÓPTICO ELECTRÓNICO
Hoy la red de todas las redes (Internet) tiene 80 millones de usuarios creciendo desde hace varios años a una tasa del 10 al 15% mensual. Existen más de 1.000 redes de alcance continental o regional, solamente en USA hay 60.000 BBS que cubren todos los tópicos: religión, sexo, política, educación, cultos satánicos, criptografía, etc. Existen incluso ciudades enteras (Santa Mónica en California, Cleveland en Ohio) que tienen sistemas municipales de CMC (Comunicación Mediada por Computadoras).
La red de noticias Usenet con sus miles de grupos de interés genera más de 30 MB diarios de información, en el mismo lapso se intercambian más de 2 millones de cartas electrónicas, mientras tanto la industria de servicios de información interactivos a domicilio está dando sus primeros pasos y Japón estará totalmente cableado por fibra óptica en el 2015.
Pero es poco lo que se sabe acerca del impacto de estos medios en la vida cotidiana, las mentes, las familias e incluso en el futuro de la democracia .
La Comunicación Mediada por Computadoras (CMC) nos afecta como individuos, ya que nuestras percepciones, pensamientos y personalidades son atravesadas por la forma en que usamos el medio y en que somos usados por él.
El nuevo medio permite una comunicación muchos-a-muchos, a diferencia de los medios tradicionales (la radio, TV, la imprenta), cuyo modelo es de unos-a-muchos.
Una de las grandes promesas del nuevo medio está en su potencialidad para cuestionar el monopolio jerárquico de los medios tradicionales.
Latinoamérica puede jugar un papel protagónico en esta reapropiación. Son miles los BBS que empiezan a vincularse entre sí en distintos países de la región y el ingreso a la Internet de casi todos los países latinoamericanos permite hacer uso de numerosas facilidades que constituyen el meollo de una interactividad en tiempo real.
Pero este fenómeno se ha desarrollado en forma muy desigual. En Latinoamérica, salvo las excepciones de Brasil, México y Perú, la Internet no ha alcanzado una masa crítica y en más de un sentido estamos retrocediendo permanentemente.
La diosa Internet
La tecnología no corre en un vacío social y no modifica la cultura sin ser ella misma profundamente rediseñada por el mundo que contribuye a crear.
En el caso de la Internet hay un tiempo de diferencia entre los desarrollos y su difusión, sobre todo a nivel de los países que van segundos o terceros en la carrera tecno-comunicacional, como es nuestro caso.
Podemos hablar de 2 ó 3 años de diferencia -no para la incorporación sino para el uso masivo, entre lo que sucede en USA, y lo que pasará en América Latina. Tiempo suficiente para aprovechar éxitos y no repetir errores.
Curiosamente existe un pensamiento mágico que cree que la tecnología lo puede todo, y que la Internet y la Web, no solo son el camino obligado para potenciar las ventas, sino también el instrumento privilegiado para mejorar la educación, la forma más adecuada para innovar en el entretenimiento, y el camino obligado por el cual todo niño o adulto digno y perspicaz deberá transitar, so pena de hundirse en el abismo de los analfabetos tecnológicos, que habiendo perdido el tren de la industrialización, ahora podrían también perder el de la digitalización .
Llama la atención en este endiosamiento de la tecnología, la ignorancia del factor cultural y de los modos locales de "estar en el mundo".
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